Pero los niños menores de dos años juegan de otra manera a esconderse. Todo está relacionado con el concepto de la "permanencia del objeto" y por tanto con la maduración de su mente.
En esta imagen veis a Julia de 17 meses escondida detrás de una cortina totalmente translúcida. Lo que no se puede percibir son los soniditos de placer que emite cuando me oye buscarla en voz alta por todo el salón.
Los juegos de cucú- tras, de no estay-aquí estoy! son muy habituales en esta edad en el que su cerebro realmente cree que no le ves, ya que ella no te ve a ti. Parece mentira, pero es así tal cual. Según Acouturier los juegos de está y no está, son los más básicos y primeros de los juegos pre-simbólicos. El bebé usa el juego, la única herramienta que tiene, para acomodar la idea de que las cosas están y desaparecen, sobretodo para aceptar y acomodar la idea de que su mamá desparece y que se aleja de él. Así que mediante el juego hace frente a ese hecho en principio aterrador para alguien tan indefenso de manera lúdica y en la que es él niño el que mantiene el control por una vez.
Todos jugamos a eso con los bebés por instinto y sin saber la teoría, los vemos felices y lo hacemos una y otra vez.
Así que jugad mucho con ellos a esconderse, su cerebro lo agradece.

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