El verano es la estación del agua, sin duda ninguna.
Jugar con agua no se limita a meterse en la piscina y ya está, sino que se pueden practicar muchas más destrezas.
Esta actividad se me ocurrió para mi peque y mi sobrino a raíz de una historia que cuenta mi madre siempre sobre mi abuelo. Mis abuelos ayudaron a criar una temporada a las gemelas de una de mis tías, osea mis primas. Y mi madre recuerda como les dio un par de pinceles "de brocha gorda" y un cubo de agua para que "pintaran" valla que él mismo estaba pintando, evidentemente con pintura.
Así que me decidí repetirlo, saqué dos brochas y un cubo cualquiera y se pasaron ratos bien largos pintando las persianas y las paredes de la casita donde hemos pasado el verano.
Julia hizo un avance en su desarrollo, poniendo por primera vez lo que había dibujado: tobogán.

No hay comentarios:
Publicar un comentario