Los Reyes Magos han llegado este año con un regalo fantástico: una tabla curva que encontraron en la tienda de los artesanos Mamimu. Julia, con dos años y 3 meses ya la está disfrutando.
Esta simple tabla curvada, de algo más de un metro de largo ha sido el regalo estrella de estas Navidades, sus Majestades sin duda saben lo que hacen.
Puede que os parezca simplemente un juguete de esos modernos-antiguos de madera que sirven para poco más que para balancearse. Pero no!
La tabla curva es mucho mucho más. Como cualquier juguete sencillo y poco estructurado tiene mil y una posibilidades.
Cuando uno compra un juguete que sirve para algo muy concreto, puede que el niño pierda el interés por esa actividad pronto y abandone el juguete. Pero un juguete que no sirve para nada puede servir precisamente para todo.
Si os cuento para que la ha utilizado, no acabaríamos nunca, así que os lo muestro en imágenes.
Para acabar os contaré que el servicio de la tienda Mamimu ha sido excelente, estamos muy contentos con la calidad y acabado de la tabla y te personalizan la tabla con la frase que tu quieras. Queremos agradecer a Cristina su buen trabajo y su compromiso para que los reyes la encontraran a tiempo para traerla a casa. Le estoy dando vueltas y seguramente le encarguemos algunas cosillas más, como un par de muñecos de trapo preciosos o un tenderete de ropa.
La madera es resistente y han quedado marquitas de tanto ajetreo, pero no me preocupa, son pequeñas y como mucho son la marca de la diversión de la peque. Puede pintar con rotuladores sobre un papel encima, si se le escapa un poco el rotu es fácil borrarlo con el dedo y una toallita.
Su peso no es excesivo, Julia la puede mover de un lado a otro arrastrándola.
Un gran juguete. Lo recomiendo sin duda.